martes, 24 de enero de 2012

José Narosky, escribano de profesión y escritor por elección,

José Narosky lleva publicados doce libros y vendidos 1.700.000 ejemplares, con más de 13 mil aforismos. Nació en el límite entre las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Se recibió de escribano en la Universidad Nacional de La Plata.

Poseedor de un estilo ameno, directo, de fuerte impacto emocional, que lo consagraron como un reconocido y exclusivo maestro de los aforismos. Se lo ha denominado como el “Rey del Pensamiento Corto”. Su obra siempre se ha caracterizado por ser moral sin ser moralizante, ilusionada sin ser ilusa, sencilla sin ser simple.

Su dedicación casi exclusiva a la producción de obras surgió luego de la publicación de "Todos los hombres", su primer libro, publicado en 1975 que lleva vendidos ya 670.000 ejemplares en 32 ediciones. Luego de éste éxito decidió abandonar su profesión de escribano. José Narosky trascendió las fronteras de la Argentina y fue best seller, en calidad de autor extranjero, en Colombia y Venezuela entre otros países.

Él mismo expresa: "Yo creo que el escritor es un simple intermediario, quizá es una fuerza superior la que dicta cosas para plasmar sobre un papel. Uno se sienta y no sabe lo que va a escribir, siente un impulso interior, un ideal, sale; y en mi caso salieron aforismos, no tengo explicación para eso", Al respecto de esta particularidad dijo que "es un género de la literatura poco incursionada, pese a que es uno de los géneros más antiguos. Lo primero que escribió el hombre fueron aforismos, inclusive el juramento hipocrático de los médicos era con aforismos". Sin embargo, explicó que "a pesar de eso, en este momento hay 140 escritores de aforismos en Argentina, lo que pasa es que no tienen la suerte que yo he tenido de trabajar en un medio de difusión, la radio, la televisión".

La obra titulada "Sembremos...", es su décimo primer libro. "Sembremos, que en algún lugar nos bendecirá la lluvia", el título completo, está compuesta por una serie de "semblanzas de seres humanos que nos reconcilian con la especie: Mahatma Ghandi, Ameghino, Dalen (un no vidente que creó la luz intermitente para los faros dando más seguridad a los barcos) etc.". Además, se encuentra el retrato de hombres y mujeres que por sus virtudes, o defectos, lo llevan a uno a reflexionar sobre su propia humanidad.

Otro capítulo de la obra se refiere a tres hechos que conmovieron al mundo, como la desaparición del Apartheid; el bombardeo de la población vasca de Guernica, durante la Guerra Civil Española, y la tragedia de Hiroshima donde se registraron 300 mil muertes.

"Pareciera que en las guerras la crueldad es casi un deber", sentencia un aforismo al respecto de "Sembremos". En conclusión, es un libro emotivo que nos conduce a agradecer lo bueno que hay en nosotros, y a desear acrecentarlo.

Su última obra se titula "Aforismos, libro de oro", contiene nuevos aforismos, los mejores seleccionados de sus anteriores obras, narraciones breves y reflexiones de grandes pensadores.

Es importante destacar que José Narosky cuenta con más de 25 años de trabajo en distintos medios de comunicación; esto le ha dado una importante difusión a sus trabajos, aunque entiende que "la desventaja es que no sabes si los libros se vendieron porque tiene algún valor o porque trabajo en medios".

Además es colaborador permanente de los grandes diarios nacionales y del interior del país, y participa en numerosas audiciones radiales de importantes emisoras porteñas.
Distinciones y Reconocimientos
José Narosky recibió el premio José Hernández de Literatura Argentina, la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
Ha sido distinguido por la Legislatura porteña, por su obra, y también le fue otorgado el premio a la Labor Literaria, que concede la Legislatura de la provincia de Buenos Aires y la municipalidad de La Plata, por su valiosa contribución a la cultura.

El Museo “Mano Blanca” lo distinguió con el “Premio a la Trayectoria Literaria”, donde también se destacó al actor Arnaldo André, entre otras importantes personalidades.

En octubre del 2003 El tradicional “Café Tortoni”, que anualmente entrega medallas a personalidades destacadas la ciudad, distinguió a José Narosky por su sobresaliente trayectoria. El Tortoni, -que es y ha sido- refugio de artistas e intelectuales de los más variados géneros, testigo silencioso de largas tertulias, convirtiéndose en un verdadero símbolo de la cultura, de las letras y la artes, también distinguió a: Juan Carlos Colombres (Landrú), Juan José Sebreli, Rosendo Fraga, Roberto Maidana, José María Romero Sosa, Juan Carlos Mareco, María Concepción César y al joven pianista Horacio Lavandera.

La Municipalidad de La Plata galardonó al escritor por su contribución a la cultura, mediante un Decreto, el intendente de la capital de la provincia de Buenos Aires, Dr. Julio Alak, otorgó el reconocimiento al escritor, que precisamente estudió en esa ciudad.

El afamado escritor de aforismos José Narosky, estuvo presente en la 32° Edición de la Feria del libro y firmó en el Stand de "Editorial El Ateneo" ejemplares de su última obra "Aforismos de oro". El autor dedicó, allí, ejemplares de su duodécimo libro AFORISMOS DE ORO.

Con este libro la Editorial El Ateneo (de capitales nacionales) ubica en sus filas a un escritor muy estimado por sus seguidores y que publicó sus últimas obras en importantísimas editoriales como Planeta y Sudamericana.
Su última obra, contiene nuevos aforismos, narraciones breves, reflexiones y semblanzas de personalidades de la talla de Goethe, Shakespeare, Confucio, Nietzsche, Lord Byron, José Ingenieros, entre otros.
Además la obra contendrá una selección de sus mejores aforismos contenidos en sus 11 libros anteriores. Uno de sus aforismos más conocidos expresa: "Tantos siglos de civilización y no aprendimos a abrazarnos".
 

domingo, 15 de enero de 2012

EMOTIVO HOMENAJE A CARLOS DI SARLI EN BAHIA BLANCA

El sabado  7 de enero a las 10,30hs en la plazoleta  sita en la intersección de las calles Yrigoyen y 12 de octubre de la Ciudad de Bahia Blanca se llevó a cabo el descubrimiento de una plaqueta con imágenes del genial pianista y la descripción de su vida y obra, en el busto que lo  inmortaliza. Estuvieron presentes el Subsecretario de Coordinación Silvio Rauschemberger, el miembro del Instituto Cultural Guillermo Goicochea , el mentor del ciclo “BAHIA BLANCA  NO OLVIDA” y productor de este evento Jose Valle, el decano de los periodistas Bahienses  Norman Fernández, Eduardo Giorlandini, Evedith  Hosni, Martha Susana Duca de Di Sarli, Antonio Germani, Mariel Estrada, Roberto Valverde, Ruben Cordi y Juan Carlos Polizzi entre otras destacadas personalidades del quehacer cultural y público admirador de la obra del “Señor Del Tango”. La conducción del evento estuvo a cargo de la cantante GABY “La voz sensual del Tango”.
Una vez descubierta la plaqueta tomó la palabra el Dr. Giorlandini quien recordó su infancia y los tiempos en que su casa estaba a pocas cuadras de la de grandes del tango bahiense como Armando Lacava, Juan Carlos Marambio Catán, la casita de mis viejos de Juan Carlos Cobián y Carlos Di Sarli. Retraído a ese tiempo e imaginando el paisaje bahiense que su padre (contemporáneo de Dei Sarli) le había retratado evocó una de las obras más sentidas del maestro: “Nido gaucho, una historia de amor que se quiere eterno y tiene una explicación. Carlos Di Sarli le contó a Héctor Marcó, como hizo Cobián con Cadícamo para escribir la letra de La casita de mis viejos, sobre la morada y el lugar suburbano o subrural donde trascurrió su infancia y su juventud”.

Luciendo su color de esperanza
viste el campo su plumaje,
y el viento hace vibrar sus cordajes
en los pastos y en la flor.
Yo tengo mi ranchito en la loma
donde cantan los zorzales...
Margaritas y rosales han brotado para vos,
porque un día será ese nido gaucho
de los dos.
“Yo me crié a la vuelta de la casa donde vivió Di Sarli –continuó Giorlandini- en una calle paralela a la entonces Buenos Aires, hoy Hipólito Yrigoyen; a pocos metros, el Napostá, hoy entubado. Mirando desde uno de los lados de la plaza Rivadavia, hacia la casa de Di Sarli se veían las lomas, todavía, hace setenta años. Trasponiendo el arroyo, estaba el campo, a ocho cuadras del centro.

“Valga la aclaración: el 8 de enero de 1903 el padre de Carlos inscribe el nacimiento en el Registro Civil, ocurrido en el día anterior en su domicilio de San Martín 48, a la una de la mañana. En San Martín 48 se hallaba la puerta de entrada al domicilio; en la misma calle, en el número 44, la entrada a la armería de propiedad de su padre, Domingo Miguel. Fue inscripto con el nombre de Cayetano, no Carlos, con que el Maestro sustituyó el nombre real, legal, de la familia. En tal caso habríase trasladado luego a la calle Buenos Aires.
Fue un niño común y corriente; recibió educación en el Colegio Don Bosco y, musical, en el Conservatorio Williams, junto a Cobián. El tango se prendió a él, dándole presencia y pulsaciones en el piano, consolidando su propósito de arraigarse en la ciudad Capital, cuando a los quince años de edad escuchó a Firpo y a Gardel en el Teatro Municipal de Bahía Blanca”.

Luego de las palabras del Dr. Eduardo Giorlandini, él mismo anunció a la próxima oradora, la Sra. Hosni de Giorlandini, una gran investigadora en otras áreas y seguramente, también, su mejor alumna. Ella hizo referencia a la biografía del autor destacando especialmente la gran persona dentro del músico que habitó en Carlos Di Sarli. “Luego de muchas actuaciones en la ciudad, en la zona y en varias provincias, se radica en Buenos Aires y fue la particularidad de sus arreglos que traían el sonido de los violines como una caricia, los rítmicos bandoneones y la personalidad de la inconfundible mano izquierda del maestro en el piano lo que marcó su éxito indiscutido en la capital del tango”.

La oradora comentó también la devoción del pianista por los niños y las obras de solidaridad que tuvo para con ellos donando gran parte de sus derechos de autor para los pequeños que más lo necesitaban, haciendo concreta la responsabilidad social que creía le cabía como hombre y buen cristiano.

Expresó alguna vez Eduardo Giorlandini que “es imposible glosar su vida y obra, grande, rica y valiosa, cimiento de una música clásica nacional argentina, reivindicativa, que remoza el sentimiento, las emociones y substancias de lo que había sido el basamento fundacional del tango argentino, junto a los primeros creadores, Gardel, Cobián, De Caro, Fresedo... a partir de 1917.

“Mucho se ha escrito y expresado. Yo deseo traer a estas humildes palabras la evocación de un hombre entero, hominizado, determinado por cierto misticismo, que en su alta infancia rezó arrodillado a la vera del arroyo vecino; que en su mocedad romántica, en la primera vuelta del pago chico, lloró abrazado a las rejas de su casa.

“Hablemos de un ser con extrema sensibilidad que produjo obras e interpretaciones estéticas, alejadas de la ética utilitaria, del pragmatismo y la comercialización. Maestro en el arte, en la vida, en las relaciones humanas; generoso con todos y especialmente con los niños, a quienes donó buena parte de sus derechos de autor. Hombre de respeto, de laboriosidad; sembrador de afectos fraternos cuyos frutos espirituales y emocionales recogió en su itinerario de todas las parcelas de la vida porteña, del ambiente en que actuó su saber, su amor, su creatividad y su técnica. Admirado por Troilo y por Discépolo; Pichuco dijo que era "maestro de maestros" y se lamentó de que se llevara sus secretos a la tumba, el arcano que lo estableció como "Señor del Tango".

“Por su naturaleza especial y por su Fe, fue un ser piadoso; víctima de la difamación, no contestó el agravio; perdonó, toleró y se impuso con grandeza a la maledicencia, la envidia y la mentira.
“Fue invariablemente agradecido y dio testimonios al respecto con hechos y obras:Milonguero viejo, lo fue para Osvaldo Fresedo, amigo y mentor; El ángel de los niños, fue la señal de sus sentimientos solidarios; expresó su gratitud, igualmente, dedicando su tangoMeditación a los hermanos Fortunato y Carmelo Mattino, en contingencias difíciles para el cumplimiento de sus sueños; su agradecimiento a su ciudad se improntó en el tango Bahía Blanca”.

jueves, 5 de enero de 2012

El próximo 07 de enero de 2012 a las 10:30 hs  se colocara una plaqueta en homenaje al 109 aniversario del nacimiento de CARLOS DI SARLI en el monumento a su figura ubicado en la calle Yrigoyen al 600  de esta ciudad, evento este enmarcado en el ciclo “BAHIA BLANCA NO OLVIDA” que lleva adelante la productora Dandy producciones a cargo de JOSE VALLE, dicho homenaje consistirá en la colocación de una imagen del genial pianista con una descripción de su vida y obra.
Carlos di Sarli (Bahía Blanca, 7 de enero de 1903Buenos Aires, 12 de enero de 1960) cuyo verdadero nombre era Cayetano Di Sarli y que era apodado "El Señor del Tango" fue un director de orquesta, compositor y pianista argentino considerado una importante figura dentro de la música de tango.
Su padre fue Miguel di Sarli, italiano, que tuvo tres hijos, Ana María y Antonio, de un primer matrimonio. Cuando enviuda emigra primero a Uruguay y luego a Argentina. Se casó con Serafina Russomano, que era hermana del tenor Tito Russomano, con la cual tuvo otros seis hijos: José, Miguel, Nicolás, Domingo, Cayetano y Roque, estos dos últimos nacidos en la ciudad de Bahía Blanca donde se había instalado la familia.
El jefe de la familia tenía una armería en la calle San Martín 44 y todos vivían en una casa de la calle Buenos Aires (hoy Yrigoyen). Cayetano (que con el tiempo cambiaría su nombre por el de Carlos) concurre a estudias al Colegio Don Bosco. La música estaba presente en la familia: su hermano Domingo era profesor en el conservatorio Williams, de Bahía Blanca, Nicolás llegó a ser un renombrado barítono y Roque, el menor, fue pianista al igual que Carlos.
En el conservatorio donde enseñaba su hermano Carlos Di Sarli estudia música y se familiariza con los clásicos. Le gustaba tocar el piano y tuvo desde chico el propósito de viajar a Buenos Aires. Los tangos los escuchaba en el fonógrafo a bocina y en cafés de la ciudad, en los que a veces se prestaba a utilizar sus dotes de pianista clásico para tocarlos él mismo.
EDUARDO GIORLANDINI, AMELIA DE DI SARLI Y GABY
A los 13 años se hizo una escapada incorporándose a una compañía de zarzuelas con la que hizo una gira por varias provincias ejecutando música popular, incluyendo tangos. Más adelante tocaba el piano en un cine acompañando películas mudas y en una confitería de la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa, ambas de propiedad de Mario Manara, connacional y amigo de su padre, lo que hizo durante unos dos años. En 1919 regresó a Bahía Blanca y formó su primera orquesta con la que actuó en Bahía Blanca en el Café Express, ubicado en la esquina de Zelarrayán y Buenos Aires y en el Café Moka, de O´Higgins 50. También hicieron giras por La Pampa, Córdoba, Mendoza, San Juan y Salta. Finalmente, en 1923 se trasladó con su hermano Roque a vivir a Buenos Aires cuando ya era autor del tango Meditación.
Por intermedio del músico Alberico Spatola, autor del tango El trece, con el que tenía un cierto parentesco y que era director de la banda de la policía de Buenos Aires, obtuvo que el bandoneonista Anselmo Aieta lo incorporara a su conjunto. A comienzos de 1924 integró una formación dirigida por el violinista Juan Pedro Castillo y, más adelante, el trío de Alejandro Scarpino, el autor del tango Canaro en París. También acompañó a Olinda Bozán en grabaciones para el sello Electra y trabajó con un sexteto en el cabaret "Chantecler".
Por recomendación del violinista Jose Pécora se incorporó en 1926 a la orquesta de Osvaldo Fresedo y actuó en la inauguración del teatro Fénix del barrio de Flores. Osvaldo Fresedo tuvo una influencia muy importante en el estilo que cultivaría con sus propios conjuntos, llegaron a ser muy amigos y en testimonio de su admiración y gratitud Di Sarli, le dedicó a Fresedo el tango Milonguero viejo que compuso entre 1927 y 1928. En la misma época Juan "Pacho" Maglio y José María Rizzutti graban su tango Meditación.
Entre fines de 1927 y comienzos de 1928 formó su primer sexteto que contaba con los violinistas José Pécora y David Abramsky, los bandoneonistas César Ginzo y Tito Landó y el contrabajista Adolfo Kraus, además del propio Di Sarli que dirigía desde el piano, con el cual actuó en confiterías, en Radio Cultura y grabó para RCA-Victor. Los cantores Santiago Devin, Ernesto Famá y Fernando Díaz acompañaron al sexteto en grabaciones y actuaciones radiales. Entre el 26 de noviembre de 1928 y el 14 de agosto de 1931 registró 48 temas, que incluían los tangos T.B.C. de Edgardo Donato, Maldita de Antonio Rodio y Celedonio Flores y La guitarrita y Una noche de garufa ambos de Eduardo Arolas.
En 1930 mientras actuaba en el Café "El Germinal" tuvo un incidente con uno de los dueños que no entendía que Di Sarli usaba en el escenario anteojos negros no por capricho sino por prescripción médica luego de accidente que le ocurriera a los trece años, por lo que dejó el local y se marchó con su orquesta a Bahía Blanca, donde comenzó a actuar en la Confitería "La Central", de Punta Alta, con una orquesta de señoritas en tanto hacía radio para LU2.
En 1932 Antonio Rodríguez Lesende se incorporó a la orquesta como su primer cantor estable. En 1934 por motivos no totalmente esclarecidos, Di Sarli dejó la orquesta y se radicó en Rosario, provincia de Santa Fe donde integró un pequeño conjunto con el conocido bandoneonista Juan Cambareri, el violinista Alberto Saikievich y el cantor Roberto Pieri. El sexteto siguió actuando sin Di Sarli; inicialmente mantuvo su nombre pero luego a raíz de las actuaciones en la confitería "Novelty" pasó a llamarse Orquesta Novel. A pedido de sus integrantes Di Sarli se reincorporó temporalmente en 1935 para reemplazar al pianista Ricardo Canataro que estaba enfermo.
A fines de 1938 Di Sarli reorganizó su orquesta y en enero de 1939 debutó en Radio El Mundo. En esta etapa seguía tocando el piano y ejerciendo la dirección del conjunto que integraban los violinistas Roberto Guisado, Ángel Goicoechea y Adolfo Pérez; los bandoneonistas Roberto Gianitelli, Domingo Sánchez y Roberto Mititieri, el contrabajista Domingo Capurro y el cantor Ignacio Murillo, luego reemplazado por Roberto Rufino que en ese momento tenía 16 años. Con esta formación e1 11 de diciembre de 1939 graba para Victor, los tangos Corazón (de su autoría, con letra de Héctor Marcó), cantado por Roberto Rufino y Retirao, de Carlos Posadas.
Su última orquesta
Es del año 1958, además de Di Sarli como pianista y director contaba con los violines de Roberto Guisado, Elvino Vardaro. A. Rouco, Szymsia Bajour, Carlos Arnaiz, Juan Schiaffino, C. González y A. Rossi; los bandoneones: F. Verdi, José Libertella, Julián Plaza, A. Marcucci y D. Sánchez, el contrabajo de A. Sciarreta y las voces de Horacio Casares y Jorge Durán.
Con esta orquesta Di Sarli se mantiene en actividad con gran popularidad hasta su muerte ocurrida en Buenos Aires el 12 de enero de 1960.
Los cantores
En tiempos del sexteto los cantores fueron Santiago Devin, Ernesto Famá, Fernando Díaz, Antonio Rodríguez Lesende, Roberto Arrieta e Ignacio Murillo, en ese orden. En la orquesta Roberto Rufino fue el primer cantor, seguido por Antonio Rodríguez Lesende, Agustín Volpe, Carlos Acuña, Alberto Podestá, otra vez Roberto Rufino, nuevamente Alberto Podestá, Osvaldo Cabrera, por tercera vez Roberto Rufino, otra vez Alberto Podestá, Jorge Durán, Raúl Rosales, por cuarta vez Alberto Podestá, Osvaldo Cordó, Oscar Serpa, Mario Pomar, nuevamente Oscar Serpa, Argentino Ledesma, Rodolfo Galé, Roberto Florio, y finalmente Jorge Durán otra vez y Horacio Casares.
La música de Di Sarli
Al comienzo su música tenía una estructura más bien simple, a medida que fue madurando devino más lírica y rica en matices y sutilezas pero siempre agradable para los bailarines pues mantenía un ritmo claro que ayudaba a los principiantes y tenía al mismo tiempo la complejidad suficiente para los avanzados. De ahí que su orquesta era una de las grandes animadoras de los bailes de Carnaval y que desde las grabaciones sigue presente en las milongas.
Di Sarli no encajaba en los cánones de la guardia vieja ni en los del tango de la revolución decariana, sino que encontró su propio estilo sin concesiones a la moda del momento. Tuvo la influencia de Fresedo en sus comienzos pero sólo como un antecedente ya que pronto se diferenció y tomó su propio camino.
Fue un talentoso ejecutante de piano. Desde su instrumento dirigía la orquesta dominando la sincronía y la ejecución del conjunto. En el estilo de Di Sarli no había solos de instrumentos, la fila de bandoneones cantaba por momentos la melodía, pero tenía un papel esencialmente rítmico y milonguero. Sólo el violín se destacaba de un modo extremadamente delicado, en algún solo breve o en un contracanto. Su fecunda inventiva estuvo prevalentemente consagrada a la mano izquierda en la cual, con excelente y purísimo sonido, creó una manera de decir, de acentuar, de modular, de "rellenar" y de "bordonear" que era una pieza fundamental en el estilo del músico, encadenando los compases de la obra y acentuando un ritmo delicado y elegante, especial para la danza.
Homenajes
A Carlos Di Sarli le fueron dedicados varios tangos: Di Sarli (1945) de Félix Láurenz y Pedro Casella, Adiós a Carlos Di Sarli (1960) de José Nieto y Alberto Hilarión Acuña", Adiós, milonguero (1960) de Arturo Gallucci y Osvaldo Tarantino, Carlo (1960) de Aníbal Troilo, Sinfonía para un recuerdo de Arturo D. Frontini y Domingo Lahourcade y Al maestro con nostalgia (1979) de Carlos García. En Bahía Blanca hay una calle Di Sarli a veinte cuadras de la Plaza Rivadavia, la principal de esa ciudad. En la calle Irigoyen a la altura del número 511 hay una referencia en la acera que recuerda que allí estuvo su casa natal y en la esquina de Irigoyen al 600 está la Plazoleta Carlos Di Sarli, en la que hay un pequeño monumento con un busto del músico. El 27 de agosto a las 19 hs en el “Teatro de la Ribera” sito en Pedro de Mendoza 1821, en el barrio de La Boca y como parte del Festival y Mundial de Tango de la ciudad de Buenos Aires y a raíz de una propuesta presentada por el productor artístico JOSE VALLE, se llevo a cabo un gran y merecido homenaje al pianista y compositor CARLOS DI SARLI. El espectáculo fue protagonizado por la cantante GABY “LA VOZ SENSUAL DEL TANGO”, secundada por el maestro NORBERTO VOGEL, el bailarín y coreógrafo JESUS VELAZQUEZ, artistas que ejecutarán la obra de DI SARLI. Además, el historiador y abogado Dr. EDUARDO GIORLANDINI hizo una reseña sobre la vida y obra del notable pianista bahiense. En la plaza del tango sita en av. Cerri 750, lindante a la Estacion de Bahia Blanca hay un monumento a Carlos Di Sarli efectuado en madera de zoita, de 250 kg de peso efectuado por el escultor Celso Biondo e ideado por el productor e historiador de tango JOSE VALLE. En su ciudad natal en el mes de Octubre se realiza el Festival Nacional de Tango "CARLOS DI SARLI", el primero fue realizado del 30 de septiembre al 02 de octubre del 2011 y en la velada de Gala llevada a cabo en el centenario Teatro Municipal actuaron: LIONEL GODOY Y JUAN CARLOS BELTRAN(locutores)y las cantantes GABY "LA VOZ SENSUAL DEL TANGO", SUSANA MATILLA, NORA ROCA y los cantores PABLO GIBELLI Y ESTEBAN RIERA, http://www.festivaldetangodebahiablanca.blogspot.com/ http://realidadbonaerense.blogspot.com/2011/08/gran-homenaje-carlos-di-sarli-en.html
Obras
  • Nido gaucho (letra de Héctor Marcó)
  • Verdemar (letra de José María Contursi)
  • Porteño y bailarín' (letra de Héctor Marcó)
  • Bien frappe (letra de Héctor Marcó)
  • Otra vez carnaval (letra de Francisco García Jiménez)
  • Bahía Blanca.
  • Juan Porteño (letra de Héctor Marcó).
  • Milonguero viejo.
  • Corazón (letra de Héctor Marcó)
  • En un beso la vida (letra de Héctor Marcó)
  • La capilla blanca (letra de Héctor Marcó)
  • Tangueando te quiero (letra de Héctor Marcó)
  • Cuatro vidas (letra de Héctor Marcó)
  • Así era mi novia (letra de Héctor Marcó)
  • Chiquetera.
  • Callorda.
  • Che, francés, vení.
  • Pobre buzón.
  • Porqué le llaman amor.
  • De qué podemos hablar.
  • Rinconcito de alegría.
  • Negando el perdón.
  • Llanto en el corazón.
  • Cortando camino.

miércoles, 4 de enero de 2012

BARRIO DE FLORES

Su nombre, San José de Flores, es compuesto. El primero, San José, corresponde al patrono elegido para velar por la primera capilla del lugar; el segundo, es el apellido de Juan Diego Flores, quien invirtió gran parte de su cuantiosa fortuna en tierras que luego formarían el barrio.
Fue muy famoso por sus quintas enormes, generalmente usadas en temporada estival, pero sobre todo por la personalidad de sus ocupantes, así pues, el mismo Juan Manuel de Rosas tenía su establecimiento de campo cerca de Flores, además era asiduo visitante de la quinta de los Terrero, socio, compadre y a veces, su apoderado judicial. La quinta de Terrero estaba ubicada en lo que actualmente es la Av. Rivadavia 6440. Se hacían allí grandes fiestas y reuniones políticas. Es en el portón de esa quinta dónde Manuelita Rosas despidió a su Máximo, cuando éste partía a la batalla de Caseros, como ayudante de su padre, ocasión en que le obsequió su pañuelo, bordado por ella misma y que hoy se conserva en el Museo.
El Gral. Urquiza instaló en el barrio su casa quinta después de Caseros, a la que llamó Palacio San José. Se ubicaba entre la calle de la Federación (hoy Av. Rivadavia) y Carabobo. En esa casa fue donde Urquiza, promulgó la Ley Fundamental y la mandó imprimir. Allí se juró y comunicó a todo el país. En ese mismo lugar se firmó el Pacto de Unidad Nacional en noviembre de 1859, en el que se reintegra la provincia de Buenos Aires a la Confederación.
Se podrían enumerar cientos de quintas de personajes importantes, pero vamos a limitarnos por ahora solamente a la del inglés Eduardo Mulhall, llamada "Lambaré", en homenaje al cacique del mismo nombre.
Dicen que su dueño era un personaje muy querido y elegante, vestido siempre de levita y portando galera de copa gris, de tan buenos modales que lo llamaban "el inglés bueno". Sus jardines eran especialmente reconfortantes por el perfume de los eucaliptos, y pinos que actuaban como un sedante que invitaba a la meditación, Entre otros, fue muy visitada por su vecino, el Gral. Roca, quien gozaba de los jardines y de la compañía del inglés, matizando sus encuentros con el juego de ajedrez.
En la iglesia del lugar se realizaron los funerales de Manuel Dorrego y en la plaza del pueblo se fusilaban, en pelotones, a los opositores de Rosas. En 1857 se inauguró la primera línea de ferrocarril que iba desde la actual Plaza Lavalle hasta La Floresta.
Hay una comunidad judía muy grande que, venidos desde Damasco y Alepo, se insertaron en Flores de una manera distinta a la de otros lugares. Han crecido, y se han desarrollado y no han querido emigrar. Se han aquerenciado y las nuevas generaciones aún siguen afincadas en el lugar, especialmente en la calle Avellaneda entre Nazca y Campana y sus adyacencias.
Los armenios también se establecieron fuertemente en el sur de Flores, construyendo un barrio de 200 casas. Se dedicaron al calzado y a la construcción, compitiendo con los italianos que eran famosos en el ramo.
También se los conoció como "tacheros" por su habilidad para arreglar ollas, palanganas y otros objetos metálicos por el estilo.
Hablando de las distintas comunidades, no se puede dejar de mencionar a la vasca, tan ruidosa como pintoresca. Agrupados cerca de la estación, esperaban los tachos de leche para repartirla a caballo, con sus boinas negras, sus clásicas alpargatas y sus anchos pantalones ceñidos en el tobillo sostenidos por la ancha faja en la cintura. Eran típicos frecuentadores de pulperías y boliches. Así fueron creciendo esos locales con nombres que luego jamás se olvidarían, como la del Vasco Milonga, la del Colorado, la de la Vasca. Muy famosa fue La Paloma, de Culpina y Alberdi, donde se inspiraron payadores y poetas nuevos sinónimos de bravura y de guapeza. Es allí donde Enrique Cadícamo escribió su tango.
"Compadrón" que se iniciaba con la famosa cuarteta:
"Compadrito a la violeta
si te viera Juan Malevo
que calor te haría pasar...". 
Plaza del ángel Gris: Avellaneda y Donato Álvarez. La ley 3202/09 cambia el nombre de la Plaza Aramburu por Plaza del Angel Gris, en homenaje a Alejandro Dolina.   
- Plaza Chapatín: al espacio de uso público Distrito UP en los términos del Decreto Nº 1.243/ 95 MCBA, artículo 2º y que sirve a manera de plaza seca para los vecinos; hallándose ubicado en la Villa 1-11-14, sobre Avenida Riestra por la cual se accede a la misma y Rivera Indarte, en proximidades a su inserción con la Avenida Perito Moreno, con identificación interna en la citada Villa como Manzana 9 b y que se halla circundada por la casa Nº 343 y las viviendas que a su alrededor la enmarcan.
- Plaza General Pueyrredón - conocida como Plaza Flores -: está ubicada en la Av. Rivadavia y las calles Yerbal, Artigas y Cayetano. Fue un terreno baldío hasta que en la época de Rosas se construyeron los primeros jardines y se plantaron numerosos árboles hasta adquirir el aspecto de paseo público que aún mantiene. Es un bastión histórico-político florense, y por extensión, de la cultura porteña, existe un mástil de izar cuya custodia está a cargo, desde hace 70 años, de la Asociación Patriótica San José de Flores. Sin embargo, este espacio fundacional de Flores que junto a la Basílica se constituye como el eje alrededor del cual se erigió toda la zona, no contaba desde hacía años con una bandera que fuera izada y arriada todos los días. Con motivo de los festejos del 9 de julio de 2008, el Comuna 7 recuperó esta tradicional ceremonia, al proveer una bandera para la plaza. El legislador porteño y vecino de Flores, Daniel Amoroso, fue el encargado de izarla por primera vez, y desde entonces, la enseña patria flamea en lo alto del mástil y es izada y arriada a diario por personal del CGPC Nº 7.
- Plaza de la Misericordia: Av. Directorio y Lautaro, Flores. Emplazada en parte de lo que fue la quinta de Don Francisco Murature, que fue demolida y vendida en parcelas. Dentro de la misma se encuentra La Calesita de Quique.


- Fuente "Aramburu": Avellaneda y Donato Álvarez, dentro de la plaza del mismo nombre.
- Fuente "De los Periodistas": Av. Nazca y Paez.
- Fuente "Misericordia": Av. Directorio y Camacuá. Adquirida a la Quinta Murature. Ubicación: Plaza de la Misericordia.
  Asociación Residentes del Distrito de Rodeiro en Buenos Aires Ayuda Mutua y Repatriación: los españoles estuvieron representados por las asociaciones gallegas; así, la Asociación Residentes del Distrito de "Rodeiro"funcionaba en una señorial casa de la calle Manzoni 268, que hoy día se encuentra un poco deteriorada. Actualmente la sedede " Rodeiro" se trasladó a Av. Juan B. Alberdi 2040, el teléfono es 4632 - 3057 y la dirección de email hjcibeira@yahoo.com.ar - Biblioteca "Mariano Pelliza": Cranwell 819 - Teléfono 4631-0961 - Horario: lunes a viernes de 9 a 17 - fines de semana cerrado - 13.045 volúmenes.
- Centro Cultural "Barrio Rivadavia": Av. Cobo y Curapaligüe - Teléfono 4362-9683.
- Casa Cultural de Flores "Marcó del Pont": Artigas 206 - Teléfono 4612-2412 / 4611-2650.
- Casa Cultural "Roberto Arlt": Av. Avellaneda 2547 - Teléfono 4613-8304.
- Junta de Estudios Históricos: Gral. José G. Artigas 202 (1406) CABA Tel: 4632-9084. juntadeflores@yahoo.com.ar  "Es una institución civil, no gubernamental y sin fines de lucro con Personería Jurídica N° C 6366, dedicada a la investigación y difusión de la historia nacional, la de Buenos Aires y la de los barrios porteños, particularmente Flores. Fue fundada el 21 de julio de 1938 por un grupo de intelectuales afincados en este barrio. Ellos se propusieron rescatar su historia y tradiciones creando una institución que con el correr del tiempo se convirtió en la decana entre las de su género. Los fundadores fueron el poeta e historiador Bartolomé Galíndez, quien asumió como primer presidente, Javier A. Pardo (secretario), Enrique T. Romero, Juan F. Ferrari, Arturo Hortiguera, Daniel de Escalada, Juan Rómulo Fernández y Raúl Silva Montaner (vocales). La reunión constitutiva se llevó a cabo en el Salón Árabe del Palacio Miraflores, suntuosa mansión ya desaparecida que se levantaba en Rivadavia 6433/65, donde estableció su primera sede." 

Bar Los 36 Billares

bicado sobre una de las tradicionales avenidas de la ciudad de Buenos Aires, la Av. de Mayo, el Bar los 36 billares se encuentra rodeado por un pequeño hotel, y otros comercios.
Con más de 110 años de trayectoria, el sitio representa a un clásico encuentro de cada día.
Cargado de sentimiento porteño, este tradicional bar ubicado en el centro del barrio de Monserrat, entre Salta y Santiago del Estero, fue inaugurado allá por el año 1894, convirtiéndose en uno de los rincones de encuentro y práctica de billar, más antiguos de la ciudad…


Dentro de su composición, cuenta con numerosas mesas de billar, que gracias a este característico juego es que lleva su denominación, snooker y pool, entre los cuales, entre juego y juego, se han atesorado risas, anécdotas, noticias, e historias de almas que ya no están, y otras, que han crecido a la par del bar, formando parte de nuevas y más alegres leyendas.
Entre algunas de sus características particulares, destaca por su fachada combinada por tonalidades ladrillo y arena, acompañado por toldos rayados de misma gama cromática, que cubren en ocasiones las vidrieras, faroles y demás componentes cubiertos por madera, mientras un cartel erguido en la calle, muestra las especialidades de la casa, dando un toque de distinción y calidez al recinto, de manera que impulsan a entrar.
Con varias reformas en su haber, el café dispone de shows de tango y música que invitan a disfrutarse durante los fines de semana, sobre un escenario ubicado al frente de la barra, recubierto por mesada de granito, boiserie compuesto por racimos de uvas, y mesas cuadradas y redondas que le otorgan vida al ambiente.
La edificación, es obra de los arquitectos Colmegna y Tiphaine, los cuales diseñaron varios sectores que responden a un propósito determinado, representado por el sector del subsuelo, donde se arman juegos de billar, pool, y alguna que otra mano de naipes, dados y dominó se apoderaron del lugar en tiempos de antaño marcando un territorio mayoritariamente de hombres, mientras un viajante itinerante volcado a la literatura profesional llamado Federico García Lorca, solía ocupar el sector de las mesas, engalanando aún más al sitio.
Otro aspecto sobresaliente del lugar, es la gastronomía representada por el bar-restaurante, con sándwiches y café con medialuna como su especialidad, desayunos estilo americanos y de la avenida, tes acompañados con pastelería artesanal, picadas, y exclusivos platos de la casa, tales como “pollo al billar”, “bife a la avenida”, sorrentinos al fileto, costillas de cerdo a la riojana, canelones a la nostalgia, “ensalada 36” y otras imperdibles variantes.
Además, cuenta con la original y nueva escuela de tango, en el salón nombrado” academia de Tango”, donde se enseñan los pasos de la sensual danza argentina.
Por su importancia, ha sido declarado sitio de interés cultural y café notable de la ciudad.
Para mayor información, puede comunicarse al Tel. +54(011) 43815696
Ubicación: Av. De Mayo 1265