Muñecas Bravas |
El Dia internacional de la mujer se celebra el día 8 de marzo y
está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En esta fecha
se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con
el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta
nacional en algunos países
Patricia
Malanca brindará su espectáculo "Mis tangos en el tintero" en La Botica del Ángel, sito
en Luis Sáenz Peña 541 a las 21,30hs. El espectáculo contará con Osvaldo Tubino en
guitarra y arreglos y Jorge Donadío en Bandoneón. Allí participarán como invitadas
Geraldine Trenza Cobre y Gaby "La Voz Sensual del Tango": MUÑECAS BRAVAS es
un show de Tango con tintes humorísticos que reúne al mejor trío femenino de la
nueva trova tanguera. Las bellas y talentosas protagonistas son: Gaby "la
voz sensual del Tango", Geraldine Trenza Cobre y Patricia Malanca,
tres jóvenes cantantes de la música ciudadana actual que se sacan chispas de
taco y aguja.
Con estilos
bien diferenciados y la producción de José Valle, las damas hacen honor al
género femenino y al 2x4 recorriendo tangos de todas las épocas con la
frescura, espontaneidad y calidez que las caracteriza.
Muñecas
Bravas repasa el papel de la mujer en las letras de
tango desde principios del siglo XX hasta la actualidad; con diversidad de
estilos, vestuario y voces. El show permite ver la juventud pujante que hoy
vive el tango sintiéndolo profundamente y adaptándolo a su tiempo, a la época
actual, donde las mujeres han adquirido una posición igualitaria frente a los
hombres que ya no pueden considerarse los “dueños” del tango…
contradiciendo al “Negro Cele” y su conocida frase del poema “Por qué canto
así”: el tango es macho.
Durante la velada, habrá un
momento de reflexión a micrófono abierto para que mujeres y hombres
comprometidos con las luchas contra la violencia de género y la igualdad de la
mujer, expresen sus adhesiones, anhelos y metas para la integración social.
La animación estará a
cargo del artista Agustín López Núñez.
El lugar es patrimonio en la categoría Monumentos, según disposición de
la Legislatura porteña y también fue declarado de interés cultural por la
Secretaría de Cultura de la Nación.
Que su exuberante dueño se haya muerto, exactamente el día de su
cumpleaños N° 76, el 5 de septiembre de 2008, es a estas alturas ya un detalle
menor que casi ni se nota.
Su "ángel" (así, como lo calificó la legendaria actriz María
Casares, y Bergara asumió con gusto y gran convencimiento ese rol para siempre)
se presiente allí a cada paso. Pero, ahora sí, ya es un ángel, con todas las de
la ley, simpático, amistoso y bonachón, muy lejos de los asustantes fantasmas
amargos y errantes.
Ese espíritu zumbón, alegre, sensible y de amable cultura se mantiene,
sigue flotando. Y ahora es de todos.
La Botica del Angel surgió en 1966 como sastrería teatral en su enclave
original de Lima 670. Allí estaba prevista una tarima para probar los modelos.
Pero al verla, la gran Lola Membrives decretó que era un escenario y que, como
tal, debía usarse. Fue así, cuna del café concert porteño. Allí debutaron,
entre otros, Nacha Guevara, Leonardo Favio y hasta Susana Rinaldi, con un
vestido pintado por Antonio Berni.
Inmaculadamente de blanco y monumental, Bergara, con unas alitas en la
espalda, recibía al público y los actores invitaban con vino y rosquitas, todo
muy descontracturado. Eran los felices años 60 del Di Tella y los happenings,
con una Buenos Aires bohemia, divertida y psicoanalizada. Las obras empezaban a
romper sus fronteras convencionales; las artes se entremezclaban y la
fotografía y el video se asomaban con fuerza.
Bergara Leumann temía que a su muerte, la Botica fuera desguasada y por
eso en su testamento de hace diez años nominó, en orden de prioridad, a varias
eclécticas instituciones que le parecía que podían preservar en el tiempo su
rico patrimonio para que la comunidad pudiese seguir disfrutándolo. Primero
pensó en Cáritas y después en la Universidad del Salvador (USAL), el Fondo
Nacional de las Artes y el Movimiento Argentino de Protección al Animal (MAPA).
Cáritas sintió que hacerse cargo de la Botica escapaba a sus funciones
habituales y entonces la USAL tomó el compromiso. Bergara estaba familiarizado
con esa institución ya que era común que lo visitaran y desarrollaran actividades
en su casa-museo estudiantes de escenografía de esa universidad.
La Botica del Angel está en Luis Sáenz Peña 541, entre Venezuela y
México, y es la perfecta combinación de una iglesia protestante de fines del
siglo XIX, fusionada con un antiguo caserón y un galpón. La casa estuvo cerrada
apenas cuatro meses tras la muerte de su propietario y, desde junio de 2009, de
a poco, volvió a retomar su actividad habitual: visitas guiadas, presentaciones
de libros, homenajes y todo tipo de eventos culturales, charlas de la
universidad, exposiciones de pintores y también espectáculos, como el recital
de tango que brindará Patricia Malanca, el próximo viernes 13 de julio, durante
el cual Blas Eloy Martínez grabará un videoclip.
Edmundo Guibourg solía decir que Bergara Leumann era un
"armonizador de las artes" y de allí la feliz amalgama de cruces de
todo tipo de disciplinas bajo su techo. El caserón en sí mismo es una gran obra
de arte que merece ser conocida, recorrida y admirada. Su artífice la armó de a
poco y visitó cuanta demolición pudo para llevar a su museo-hogar rejas, todo
tipo de ornamentación y, por cierto, un número incontable de angelitos, una
suerte de logo personal que lo acompañó buena parte de su vida.
Así armó, construyó y creó con gran inspiración un asombroso collage
escenográfico, una variadísima e inesperada galería de arte donde se mezclan
obras de Soldi, Castagnino, Marta Minujín, Roux, Gorriarena y muchos más, con
salitas donde se alternan manuscritos de Borges, Sabato y Mujica Lainez, con un
cheque firmado por Carlos Gardel, afiches de películas y vestuarios de Libertad
Lamarque, Mecha Ortiz y Tita Merello. Hasta los baños y la cocina destilan arte
y cantidades de estrellas, con los nombres de personajes del espectáculos y de
otras actividades tapizan paredes y hasta techos, debidamente autografiadas por
los homenajeados.
En un mundo de mezquindades, envidias y ninguneos, Bergara continuamente
agasajaba y reconocía los méritos de distintas personalidades. Un verdadero
ángel.