Reconocido como uno de los màs importantes compositores e intèrpretes de la canciòn popular Latinoamericana, fue un hombre polifacético que cultivò la poesìa, el periodismo y la locución.
Zitarrosa comenzò como locutor de radio en 1954 y poco después obtuvo su primer premio como poeta, en un concurso organizado por la Intendencia ( ayuntamiento ) de Montevideo.
El cantante uruguayo viajò como periodista a Chile y Perù y a su regreso iniciò su carrera como autor e intèrprete de canciones nativas y populares que le dieron fama local, posteriormente en Amèrica Latina y durante su exilio con el règimen militar, reconocimiento mundial.
Las primeras actuaciones internacionales de Zitarrosa tuvieron lugar en 1965 durante el tradicional Festival de Cosquìn ( Argentina ), donde conociò a Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y a otras figuras de la canciòn latinoamericanas con quienes entablò una gran amistad.
En la dècada de los 70, el cantautor fue distinguido con un premio a su trayectoria por el gobierno de Venezuela.
Vinculado desde joven al partido comunista uruguayo ( PCU ) apoyò a la coalición de izquierda “ Frente amplio “ desde su creación, en 1971, actualmente la tercera fuerza polìtica del paìs.
Tras el golpe militar de 1973 sus canciones fueron prohibidas por el règimen tantos en actos pùblicos como en emisoras, y debìo exiliarse en España y Mèxico durante ocho años.
El 31 de marzo de 1984 Zitarrosa regresò a su paìs en medio de un gran jùbilo popular y fue el primer artista que volviò del exilio cuando el règimen militar estaba aùn en el poder.
Una caravana por las primeras avenidas acompaño el retorno a Montevideo del cantautor, quièn ofreciò un recital a miles de admiradores en el estadio Centenario.
Entre sus canciones destacan “ Milonga de ojos dorados “, “ En mi paìs “, “ Doña Soledad “, , “ Milonga para una niña “, “ Mire amigo “, “ El violìn de Becho “, y “ Sthefanie “, todas ellas èxitos internacionales.
Su sensibilidad y humanismo lo llevaron a expresar sus sentimientos escribiendo poemas, en los que intentaba justificar lo que parece “ injustificable “, segùn apuntaba y describìa el llanto de un niño “ como el motor de mis rebeldìas “.
En 1958 ganò el premio municipal de poesìa con su libro “ explicaciones “ siendo uno de los jurados el famoso escritor uruguayo Juan Carlos Onetti; hoy radicado en España.
Su amigo y narrador Enrique Estràzulas otro grande de las letras uruguayas modernas describiò como alguien “ a medio camino entre el gaucho, y el orillero entre el estudiante rebelde y el puntero izquierdo, el pobre poeta del tìmido cuaderno inèdito, aquèl niño de màs de 30 años que se dedicò a cantar.
Su extensa discografìa con màs de 25 elepès editados dejara para las futuras generaciones de uruguayos el recuerdo de una estupenda voz quizà algo “ triste “ como fue definido por crìticos extranjeros pero sobre todo el mensaje ìntimo que una guitarra y una canciòn puede màs que las armas de un ejèrcito para derrotar a una dictadura.
En el exilio Zitarrosa compuso uno de sus mejores temas, “ Guitarra Negra “, considerado por la crìtica como su creación “ epica “ màs importante surgida en el periòdo 1973-83.
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