Télam es una agencia de noticias nacional de la República Argentina, fundada el 14 de abril de 1945 durante la presidencia de facto de Edelmiro J. Farrell. Provee información periodística a unos 2800 abonados, entre los que se incluyen medios de prensa nacionales e internacionales y oficinas gubernamentales nacionales, provinciales y municipales. En la actualidad, es una Sociedad del Estado.
Télam es un acrónimo. Nació bajo el nombre de Telenoticiosa Americana el 14 de abril de 1945 a instancia del entonces secretario de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón, con el objeto de hacer frente a la hegemonía informativa de las agencias estadounidenses United Press International y Associated Press.
La agencia no fue por completo estatal en sus inicios, sino que comenzó como una compañía mixta de capitales privados y estatales. Su primer director fue Jerónimo Jutronich, quien se encargó de formar un equipo de periodistas, algunos de los cuales provenían del plantel de ANDI, otra agencia que creó el Estado argentino en 1944.
La agencia Télam comenzó a emitir información el 12 de octubre de 1945, pero recién en 1948 pudo concretar la formación de una red de cobertura nacional al firmar los primeros contratos con periodistas del interior del país, quienes enviaban las notas a la redacción por telegrama o por teléfono.
Hasta entonces sólo contaba con una sede en la Ciudad de Buenos Aires y desarrollaba su actividad en ese ámbito. El proceso de crecimiento de la empresa se vio interrumpido en 1955, tras el golpe de Estado perpetrado contra el gobierno constitucional de Perón; por entonces el estado financiero de Télam SRL era delicado. Las nuevas autoridades no tomaron medidas ante la nueva situación e incluso se suspendió el pago de sueldos por algunos meses.
La empresa comenzó a estabilizarse el 30 de julio de 1959, cuando Bernabé Villegas, Adolfo Garino y Blas Calaro, entre otros, produjeron un cambio jurídico en la agencia que pasó a ser Télam Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica, Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera.
Un decreto del presidente de la Nación autorizó a la reciente empresa privada a funcionar bajo las nuevas condiciones. Durante los años sesenta, Télam captó una amplia gama de clientes, incluyendo a los cuatro canales de televisión porteños y diarios de envergadura como el diario Clarín. La agencia comenzó a transmitir noticias por líneas de télex, hecho que permitió llegar a más puntos del país en menor tiempo.
El gobierno de facto de José María Guido clausuró la agencia el 30 de mayo de 1963 por considerar que «viene tramitando informaciones falsas y tendenciosas que por su naturaleza y alcance atentan contra el orden público y la tranquilidad de la población y siendo firme propósito del gobierno eliminar todo factor capaz de perturbar el proceso electoral aplicando al efecto las facultades que conciernen durante la vigencia del estado de sitio».
Télam se convirtió en una empresa estatal bajo la dictadura de Juan Carlos Onganía, el 24 de junio de 1968, cuando el Gobierno adquirió el total de las acciones por medio de la Secretaría de Difusión y Turismo. En forma paralela, un nuevo marco legal obligó a que toda la publicidad de las empresas y organismos públicos fuera diseñada y difundida por la agencia, decisión que permitió a la empresa generar recursos propios.
La agencia estatal no salió indemne de la última dictadura autoproclamada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Además de la censura a la que fue sometida y de la desaparición de dos de sus trabajadores por parte del régimen cívico-militar, al llegar el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín comprobó la desaparición de gran parte del archivo periodístico y fotográfico de la empresa.
En 1984, las agencias privadas Noticias Argentinas y Diarios y Noticias solicitaron públicamente el cierre de Télam. En 1992 el presidente Carlos Menem dispuso la intervención de la empresa y dos años después su liquidación, pero en 1996 dejó sin efecto el decreto de liquidación para reemplazarlo por uno nuevo firmado por el presidente Menem y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien dejó a Télam sin una de sus principales fuentes de ingresos al desmantelar el monopolio de la publicidad oficial.
Télam siguió, sin embargo, funcionando como agencia de publicidad. En 2000 el Gobierno de Fernando de la Rúa volvió a anunciar el cierre del área de publicidad y la venta de la sede central de la agencia, Bolívar 531, en la ciudad de Buenos Aires, medidas que no se concretaron. Al año siguiente se unificaron todos los medios de comunicación públicos, pasando la agencia a funcionar junto a LS82 TV Canal 7 y LRA Radio Nacional dentro del Sistema Nacional de Medios Públicos; en 2002 recuperó su condición de empresa autárquica.
En la actualidad, la agencia es una Sociedad del Estado (SE) cuyo accionista es la Secretaría de Medios de Comunicación, encargada de designar el directorio. El cómputo de gastos de Télam forma parte del presupuesto global del Estado argentino, aunque la agencia también genera ingresos en concepto de publicidad.
La agencia de noticias de la República Argentina cuenta con 28 corresponsalías distribuidas en todo el territorio argentino, que garantizan la cobertura nacional y el federalismo. A los 500 despachos diarios que genera Télam, hay que sumar el servicio audiovisual y de radio para todos los abonados, que convierten a la agencia en una que trasmite en los tres formatos: escrito, radial y televisivo. Télam ofrece a los abonados, además, el servicio Reporte Nacional, que es un diario que refleja lo ocurrido en el país a partir de las noticias producidas por la agencia. Tiene un suplemento literario, el SLT (Suplemento Literario Télam)1 donde participan prestigiosos escritores y columnistas, entre ellos: Vicente Battista, Claudia Piñeiro, Guillermo Saccomanno, Juan Martini, Mario Goloboff, Gustavo Nielsen, Daniel Freidemberg, Jorge Boccanera, Osvaldo Quiroga y Leonardo Huebe. La dirección está a cargo de Carlos Aletto.
La agencia posee también el portal digital Télam.com.ar, que renueva la actualidad de las noticias al ritmo de los hechos, es decir, en tiempo real. La agencia nacional de noticias de la República Argentina es un servicio periodístico mayorista, que llega a la mesa de los principales editores del país, aunque con el surgimiento de la era digital también incorporó la conexión directa con los ciudadanos argentinos.
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