lunes, 14 de enero de 2013

Humphrey Bogart


nació el día de Navidad de 1899, en la ciudad de Nueva York. Sus padres eran el cirujano Belmont DeForest Bogart y Maude Humphrey, una artista y fotógrafa de notable prestigio.

Sus padres querían que Humphrey fuera  médico. Soñaban con que estudiara en la Universidad de Yale algún día. Y, con este objetivo, le enviaron al Trinity School y a la Academia Phillips en Andover (Massachussets). Sin embargo, debido a las malas notas de Humphrey y a un incidente con uno de sus profesores le expulsaron de la escuela.

Convencido de que aquello no era lo suyo, en la primavera de 1918, el joven Bogart se alistó en la Marina de los EEUU. Eran los tiempos de la I Guerra Mundial, y Humphrey prestó servicio durante la contienda. Fue entonces cuando un impacto de metralla le dejó marcado el labio con una característica cicatriz.

Cuando salió de la marina, encontró trabajo a las órdenes de un conocido suyo, William Brady. Brady era productor y propietario de la World Film Corporation. Poco después Bogart era ya el gerente del negocio. Al fin, la hija de Brady le dio un pequeño papel en una obra que ella misma protagonizaba titulada Drifting (1922). Fue su primer papel. Faltaban pocos años para que el mundo del cine descubriera a uno de sus mayores mitos...

Humphrey contrajo matrimonio en 4 ocasiones. En 1926 se casó con una actriz llamada Helen Menken. Un matrimonio que duró un año. Al año siguiente se volvió a casar, en esta ocasión con la actriz Mary Phillips a la que conocía desde hace tiempo. Bogart se convirtió en estos años en un habitual en los escenarios de Broadway hasta 1929, el año en que se trasladó a Hollywood. Su mujer, Mary, se negó a trasladarse con él y renunciar a su carrera en Broadway. Así que Humphrey viajó en solitario. Y lo cierto es que no triunfó entonces con las películas que hizo, y acabó volviendo a Nueva York. Finalmente, en un viaje posterior a Hollywood interpretó el papel de Duke Mantee en El bosque petrificado (1935). Resultó ser un éxito y firmó contrato con la Warner Brothers. Dos años después, en 1937, su vida personal dio un vuelco al divorciarse de su mujer. Tan sólo un año después se volvía a casar, con la actriz Mayo Methot. Esta actriz era conocida como una buena bebedora y una mujer de gran temperamento. Parece ser que Humphrey se aficionó a la bebida durante su matrimonio con Mayo. En 1941, a las órdenes del director que más influyó en su vida, John Huston —rodó con el 7 películas, incluida la que le valió el Oscar— rodó El halcón maltés (1941).






Y entonces llegó Casablanca (1942), una de las mejores películas de la historia del cine. Casablanca ganó el Oscar a la mejor película y Humphrey logró su primera nominación a mejor actor. Su extraordinaria interpretación y el magnífco guión de los hermanos Epstein le inmortalizaron para siempre como el mítico Rick Blaine.

En el año 1944 rodó otra extraordinaria película, Tener y no tener (1944), que algunos han llegado a calificar como la otra Casablanca. Entre los protagonistas del reparto destacaba una jovencísima modelo llamada Lauren Bacall. Al año siguiente, en 1945, Bogart se divorció de Mayo y se casó con la joven Bacall. Tuvieron una niño y un niña, Stephen Humphrey y Leslie Howard. Aquel año, la Warner Brothers le ofreció un contrato por el que se embolsaría un millón de dólares al año durante los próximos 15 años. E inmediatamente Bogart protagonizó otras tres películas con Bacall: El Sueño eterno (1946) del maestro Howard Hawks, La senda tenebrosa (1947) y Cayo largo (1948). Por entonces rodó también El tesoro de Sierra Madre (1948).

En 1951, en un papel curiosamente poco habitual para él, le llegó el ansiado Oscar de la Academia de Hollywood. Fue su interpretación de Alnutt junto con Katharine Hepburn en La reina de África (1951). Un Oscar que disputó nada más y nada menos que con el Marlon Brando de Un tranvía llamado deseo. En la dirección de La reina de África, cómo no, John Huston.

Poco antes de La reina de África, Humphrey se había convertido en el primer actor de Hollywood en crear su propia productora, Santana Productions. Otros muchos actores también lo harían con el paso de los años, como por ejemplo Clark Gable o John Wayne. Por esta razón, dejó su contrato con la Warner a comienzos de los años 50. En 1953, hizo otro gran papel junto a Ava Gardner en La condesa descalza (1954).

Más dura será la caída (1956) sería la última película de "Bogie", cómo habitualmente le llamaban sus amigos: estaba enfermo de cáncer. Mantuvo una dura batalla contra él. Finalmente el cáncer acabó con su vida en enero de 1957. Murió en la casa que él y Bacall tenían en Hollywood. Su cuerpo fue incinerado.

En su funeral, su gran amigo John Huston dijo:
"Es un hombre irremplazable. Nunca volverá a haber alguien como él...".

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